Para poderle dar bienestar y tranquilidad a un bebé será necesario observarlo constantemente para poder conocer y comprender su lenguaje, en este momento su forma de llorar, el timbre de voz que usa y algunos movimientos que haga nos indicarán si tiene necesidades como: hambre, incomodidad, aburrido, cansado, sucio o si quiere que lo mimen un poco. Recuerde que bebés pequeños no tienen rabietas, si lloran es porque algo los incomoda.
El bebé por su parte también aprenderá y desarrollará muchas cosas, como succionar correctamente para alimentarse, hacer la digestión, expulsar gases, defecar, etc., todo esto es nuevo para él puesto que mientras estuvo en el vientre materno, la madre era la encargada de hacer todo eso, ahora lo tiene que hacer por sí solo, lo cual representa incomodidades que ellos exteriorizarán con mucha irritabilidad.
- Cambiarle el pañal como máximo cada 4 horas, así no esté sucio, un pañal deformado por el uso genera incomodidad.
- Si luego de tomar toda su leche el bebé llora, es probable que sea por algún gas atrapado, no le de más leche así el bebé la reciba, ellos por instinto seguirán succionando y lo único que se conseguirá serán más gases.
- Tratar de tranquilizar al bebé antes que llegue a su punto máximo de irritabilidad, siempre será mejor prevenir que solucionar.
- Música suave y a volumen moderado siempre ayudará al bebé a relajarse.
- Caricias lentas y firmes a los lados de la cabeza y a lo largo de todo el cuerpo.
- Los masajes son relajantes, se pueden dar al bebé en cualquier momento del día pero siempre será mejor que lo haga a la misma hora para crear un hábito.
- Envolverlo en una manta les dará una sensación similar a la que experimentaban en el vientre materno.
- Antes de dormir el bebé no debe estar en ambientes que le provean de mucha excitación.
- A la hora de ponerlo a dormir ofrecerle un lugar tranquilo y con luz tenue, el bebé pasó nueve meses en un ambiente oscuro, tranquilo y arrullado por los latidos del corazón de su madre.
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