Resfriado en el recién nacido, cómo tratarlo

El recién nacido es más susceptible de contraer enfermedades y el resfriado es una de las más comunes y molestas. Aprende a combatirla y evitarla.

Han pasado los 9 meses de la dulce espera y, hoy en día, tienes a tu bebé entre tus brazos. Es tan pequeñito, tierno y dulce, que te hace pensar que hasta un soplido del viento podría arruinarlo.

Y en realidad no estás lejos de la verdad. Dolencias como el resfrío es lo que las mamás más temen pues, a diferencia de los adultos, a los bebés, y sobre todo si son recién nacidos, se le puede complicar.

Un mal complicado para tu bebé

SI para nosotros, los grandes, un resfrío es muy molesto, imagínate lo que puede ser para alguien quien no puede decirlo ni pedir ayuda, que no puede sonarse la nariz, ni ir a la tienda a comprarse las pastillas que se venden sin receta.

Además, las defensas de un recién nacido, recién están formándose o fortaleciéndose, por lo que, un resfrío común puede ser una dura batalla que librar para él.

Por ello, las mamás deben tener especial cuidado para proteger a sus bebés contra los resfríos, y si, el bebé ya ha sido atacado, prestarle mucha atención y seguir las indicaciones del médico para contrarrestarla.

Lo primero que tendría que decirte, en esta parte de la nota, es que no tomes a la ligera un resfriado en un bebé de tan solo días de nacido. Aquí te diremos lo que debes hacer para ayudarlo a paliar los síntomas, mientras que las medicinas que te recete el doctor hacen su trabajo.

¿Qué es un resfriado?

No hay que confundir el resfriado o resfrío (o catarro) con una gripe. El resfriado es una infección leve del sistema respiratorio (garganta, nariz). Los síntomas son los siguientes:

  • Goteo nasal, congestión nasal.
  • Dolor de cabeza y garganta.
  • Malestar general, decaimiento.
  • Estornudos.

Aunque nos cansamos escuchando en los comerciales de antigripales que estos se curan automáticamente con una o dos tomas de sus productos, lo cierto es que el resfrío no tiene cura. Es decir, dado que lo origina un virus, la siguiente vez que nos da un resfrío, este no será de la misma naturaleza, sino que mutará en otra forma distinta, por lo que, una vez infectados,  los síntomas volverán y nuestras defensas tendrán que encontrar la fórmula para exterminarlo.

Cómo tratar el resfriado en tu recién nacido

Un resfriado en un recién nacido requiere mucha atención y cuidados por tu parte, para que el niño no la pase tan mal con sus síntomas. Eso sí, no hay que alarmarse. Enfermarse es parte del “aprendizaje de las defensas quienes, la siguiente vez, sabrán cómo enfrentar a los virus y bacterias que las ataquen. Sin embargo, en este proceso “primerizo” del bebé, hay que asistirlo.

A continuación te ofrezco algunos consejos para que el resfrío en tu bebé no se convierta en una gripe (o influenza) y le digas adiós a sus molestos síntomas:

  • No lo abrigues demasiado: el bebé no necesitará de calor extra pues lo harás sudar y lo enfriarás. Vístelo con su ropa habitual y asegúrate de que esté en un lugar en que no hayan corrientes de aire.
  • Amamámantalo sin cesar: muchas mamás creen que hay que dejar de amamantar (cuando ellas tienen el resfrío) por temor a que este pase al bebé a través de la leche. Eso es remotamente posible. En todo caso, cúbrete la boca y la nariz con una mascarilla o extráete la leche y dásela en biberón. Pero de ningún modo dejes de amamantarlo, pues la leche materna reforzará las defensas del bebé.
  • Alivia sus síntomas: extráele la secreción nasal con esos aspiradores nasales que puedes encontrar en farmacias, también puedes usar otra técnica que es, aspirarlas tú mismas con una pajilla o sorbete. Otra técnica para aflojar la secreción de la nariz y descongestionarla es echar un poco de sal en agua (media cucharadita por cada 8 onzas) y aplicarle en gotitas en la nariz (una cada una), luego, la succionas. Puedes ayudarte con un hisopo, pero úsalo con mucho cuidado.
  • No lo automediques: sigue estrictamente las indicaciones del médico y dale la medicación que él te habrá recetado.
  • Extrema la higiene: mantén bien limpias las manitos de tu bebé y lávate las manos cada vez que lo vas a atender.
  • Tómale la temperatura: cada dos horas para controlar los niveles altos. Si hay fiebre y persiste más de dos días, ve al médico.

Como parte de su curación será normal periodos de incomodidad, llantos y desvelos en la noche, es parte de su desarrollo que tendrás que asimilar. Afortunadamente, un resfriado común dura como máximo 7 días. Después de ello, el bebé estará como nuevo. Eso sí, a los primeros síntomas, ve al pediatra para que te indique con  más precisión qué hacer.

Imagen: Pequelia, LaDulceEspera, Lookfordiagnosis.com, Guiadebebes, GuiaInfantil.

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Acerca del autor

Escrito por Carla Gonzales

Egresada de Literatura en la UNMSM, periodista y correctora de textos y estilo. Actividades: leer, escuchar rock clásico, jazz, blues, proyectos literarios.