Niños y la televisión

Se ha escrito mucho acerca de los efectos nocivos de la televisión en los niños, basándolo en la influencia negativa que ejerce; dado que los niños aprenden por imitación, la televisión tiene gran efecto sobre el desarrollo de sus actitudes y la generación de sus valores.

La crítica más fuerte a la televisión es que fomenta la insensibilidad ante la violencia debido a que la televisión muestra en películas, series y hasta dibujos animados, escenas reales y/o fantasiosas que son sangrientas, violentas, agresivas, destructivas, armas; con mensajes tácitos y subliminales de violencia que hacen que el niño se familiarice con tales escenas y puedan formar parte de su vida, disminuyendo su sensibilidad e incrementando la agresión en su vida diaria para resolver sus problemas

Otro punto en contra de la televisión es que en su programación abundan programas cómicos que fuera de cumplir con el objetivo del sano sentido del humor, apelan al mal gusto, falta de educación y sarcasmo, que se convierten en ejemplos a seguir en la vida de los niños. La falta de creatividad y diversidad de la programación televisiva, tanto en los guiones de las series, estructura de los programas, vestuarios, actitudes, etc.; hacen además, que el pensamiento se vuelva lento y limitado.

Y desde el mismo hogar, hay muchos padres que utilizan el televisor como niñera, sea por necesidad o por comodidad, muchos padres dejan a sus hijos largas horas frente al televisor para así, buscándolo o no se libran de las demandas y travesuras de los niños.

Este artículo no pretendemos ni fomentar ni criticar el hábito de ver televisión, los padres deben comprender que la televisión es algo que está masificado en la actualidad y que no podrán eliminarla de sus vidas, pero lo que sí pueden hacer es revertir los efectos negativos que tienen y utilizarlo para enriquecer a sus hijos. Ningún extremo es bueno, ni ver mucha televisión ni restringirla totalmente.

La televisión, así como los juegos, la lectura, los paseos, etc., deben ofrecerse a los niños moderadamente, pasar 8 horas frente al televisor puede ser tan nocivo como pasar 8 horas leyendo un libro o pasar 8 horas estudiando, todo exceso es nocivo. Cuando alguna actividad ocupe la mayor parte del tiempo, así sea una “buena” actividad, el resultado será negativo, debido a que nos aísla de otras actividades, nos mutila parte de la vida, nos corta la comunicación familiar, etc.

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