Abrázalo desde pequeño

Cuando el bebé nace está constantemente en los brazos de su madre debido a los cuidados que necesita: ya sea para alimentarlo, ayudándolo a eructar, aliviando sus cólicos, trasladarlo o haciéndole caricias; por su parte el bebé se siente querido, protegido, atendido y hasta abrigado (a esta edad su temperatura corporal disminuye con facilidad). También es importante debido al cambio abrupto de ambiente que ha experimentado pasando del vientre materno al mundo exterior.

Entre los 3 a 6 meses de edad, el bebé va pasando a tener una rutina un poco más independiente, pasando momentos solo con su gimnasio, un juguete o chupando sus dedos o un chupón. Las madres tienen mayor libertad, muchas vuelven al trabajo o a su vida cotidiana olvidando muchas veces que su bebé necesita de un buen abrazo.

Abrazar no es lo mismo que cargar, no se trata de tener al bebé en brazos todo el tiempo como los canguros lo cual puede causar cierto grado de dependencia, sino de abrazar al pequeño mientras le habla o canta una canción, unos minutos cada cierto tiempo durante el día serán suficientes para que el bebé se sienta bien, lo importante es que sea un momento sólo para él; es más importante la calidad de tiempo que se le brinda al bebé que la cantidad de tiempo.

Abrazar dándole mimos al bebé desde temprana edad le otorga muchos beneficios:

  • Beneficia la habilidad para controlar sus emociones y motiva a sintonizar con los sentimientos de las personas, desarrollando la inteligencia emocional.
  • Hace que el bebé se sienta feliz.
  • Le inculcas sentimientos positivos hacia las personas.
  • Un bebé feliz tiene un buen desarrollo físico y emocional, duerme bien y no tiene problemas para comer.
  • Un abrazo amoroso brinda seguridad al bebé, seguridad que le permitirá afrontar y superar las fases de su crecimiento, que continuará hasta que se haga un adulto.
  • El contacto piel a piel entre el bebé y tú le da bienestar emocional, le ayuda a descubrir su cuerpo y sus límites descubriendo intuitivamente que es una persona individual con identidad propia.
  • Los bebés de tres a seis meses reaccionan ante el contacto físico fomentando la comunicación social, iniciada con las primeras sonrisas que nos brindará cada vez que los abracemos y mimemos.

Abrazar y mimar a nuestros hijos desde pequeños es beneficioso para ellos y nosotros mismos porque expresamos lo que sentimos hacia nuestro hijo, debiendo continuar con esta costumbre por siempre, así sea un adulto. Debe saber también que mimar no es lo mismo que consentir; mimar es hacer sentir bien al prójimo, mientras que consentir es enseñarle a ser egocéntricos y desconsiderados con los demás.

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