Los buenos sentimientos

Tener buenos sentimientos ayuda a cualquier ser humano a sentirse bien consigo mismo, se dice que cuando una persona se siente bien aprende mejor.

Un niño con buenos sentimientos, tendrá una elevada autoestima, la cual lo motivará a hacer el bien a los demás y también a querer aprender más esforzándose para lograrlo.

Un niño con sentimientos negativos hará que se sienta mal consigo mismo, él creerá que no sirve para nada, lo cual hará que no se esfuerce en conseguir lo que quiere y menos aprender algo, generando problemas de aprendizaje e inclusive comportamiento porque al no respetarse a sí mismo, menos respetará a los demás.

Este sentir de nuestros hijos, no es algo innato, sino aprendido. Los padres y los profesores son las personas que más influencia tienen en el niño. Ellos son los que deben inculcar los buenos sentimientos conversando con ellos, y principalmente enseñándoles con el ejemplo; una mirada, el trato cotidiano, palabras, reacciones de los adultos, siendo justos con ellos, respetándolos, cosas que uno hace por el niño y por los demás, son la mejor forma de hacer sentir bien al niño y enseñarle con el ejemplo a tener buenos sentimientos.

Haga que su hijo sienta que puede hacer las cosas, cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, déle metas realistas sin forzarlo a hacer cosas para las cuales aún no está preparado y nunca lo compare con otro niño. Interésese por lo que le gusta a su hijo, estimúlelo cuando él crea que no puede hacer algo, ayúdelo de ser necesario y elógielo cuando lo consiga.

Deje que su hijo tome algunas decisiones, déjelo intentar y sólo intervengan cuando esté frente a un peligro o esté causando daño a otros; por ejemplo elegir su ropa y cambiarse solo así se demore un poco o ayudarla en los quehaceres del hogar, es bueno para que el niño sienta que puede hacer cosas por sí mismo y a sentirse útil. El niño aprende resolviendo sus problemas y se sentirá orgulloso.

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