El llanto forma parte de la vida de los bebés, lloran cuando están cansados, con hambre, aburridos, mojados, enfermos, frustrados, con cólicos o simplemente porque quieren que les hagan cariño. Dependiendo del temperamento de cada niño, un bebé llora más o menos con respecto a otros bebés. Por lo general los recién nacidos, sumando todos sus intervalos, lloran unas dos horas diarias en promedio (entre una a 4 horas dependiendo de cada uno), pero cuando se acercan a los tres meses disminuye a una hora diaria.
Los bebés lloran con frecuencia sin motivo aparente, no siempre el hambre es la causa de sus llantos, pero resulta evidente que es su medio de comunicar que necesitan “algo”; es una manera intuitiva de comunicar tanto una necesidad como una contrariedad. Hay que tener en cuenta que mientras el bebé crece, la forma de llorar puede ir modificándose.
Al detener el llanto del bebé mediante una gratificación inmediata, como alimentarlo, cargarlo, dormir con él; son acciones que simplemente cumplen con hacer que deje de llorar momentáneamente, pero no necesariamente se está satisfaciendo la necesidad real del bebé. Por ejemplo, si el bebé tiene cólicos llorará, pero si se interpreta como una necesidad de alimentación, se procederá a darle alimento, el bebé succionara como acto reflejo y al cabo de un rato volverá a llorar porque los cólicos se incrementarán; de la misma forma, si el bebé efectivamente tiene hambre, pero para calmarlo lo llevan a dormir con mamá, el bebé se calmará por un momento solamente porque su necesidad real no ha sido satisfecha.
Lo más recomendable es que el bebé tenga una vida rutinaria, teniendo un tiempo para comer, estar despierto y dormir, de esta forma es más fácil determinar sus necesidades y minimizar las equivocaciones en la interpretacion. Adicionalmente inculcan la enseñanza, las buenas costumbres y el sentido de la seguridad que lo llevará a ser un bebé dependientepotencia sus habilidades para permanecer sentado, concentrarse, enfocarse.
Como padres debemos aprender a reconocer las diferentes clases de llanto y poder así responder correctamente a las necesidades del bebé, el objetivo es reconocer la necesidad del bebé y no simplemente de detener el llanto.
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