Cómo será la vida de mi hijo con asma

Un niño con asma infantil que no es debidamente tratada presentará una serie de desventajas frente a sus pares, verán limitada su actividad física generando frustración en su desenvolvimiento físico, social y emocional.

Los niños no podrán ir a jugar con sus amigos porque al agitarse sentirán malestar, limitando su contacto social; lo cual les producirá un sentimiento de frustración al no poder hacer lo que quiere, afectando su autoestima. Al estudiar, si el niño estuviera expuesto a algún agente ambiental que desencadena el asma, el malestar y un posible ataque de asma disminuirán su concentración en los estudios o en actividades que esté realizando.

Un niño con asma puede vivir normalmente, siendo capaz de tener éxito en todos los ámbitos de su vida (inclusive el deportivo), siempre y cuando tome una serie de precauciones y responsabilidades que detallamos a continuación:

• No debe tratarse al niño como si fuera un enfermo, este tipo de trato sólo generará en el niño un sentimiento de inferioridad influyendo en su autoestima, desempeño social y académico.
• Para poder llevar un estilo de vida normal lo primordial es el control y continuidad en el tratamiento que el médico ordene. Los padres deben llevar al niño a sus controles con el médico puntualmente, observar y comunicar al médico cualquier cambio en el curso del asma y cumplir con la administración de medicamentos.
• Padres y profesores deben observar los efectos secundarios que pueden traer los medicamentos (dolor de cabeza, dolor de estómago, cansancio, temblores, etc.), que de presentarse deben ser comunicados al médico para determinar el cambio de medicamento o de dosis; de lo contrario estos efectos secundarios afectarán el desempeño del niño; por ejemplo, los temblores en las manos no le permitirán escribir, los dolores afectarán su concentración y aprendizaje del niño, etc., llevándolo a un estado de estrés adicional.
• Muchos niños sienten vergüenza de utilizar dispositivos o medicamentos como el inhalador frente a sus compañeros, por lo que sus padres y profesores deben explicarle que es normal que lo hagan y animarlo a utilizarlo si lo necesita.
• Los dispositivos que podrían usar los niños son: medidor de flujo máximo (mide la facilidad de respiración), Inhaladores de dosis medida e Inhaladores de polvo seco con los cuales se administra el medicamento, espaciadores (dispositivo que se coloca entre el inhalador y la boca de niños pequeños), nebulizadores para administrar medicamentos, medicamentos orales en tabletas, entre otros.
• Reducir los factores ambientales que desencadenan el asma en el niño, como por ejemplo la exposición a alérgenos que lo afectan (ácaros, moho, polen, etc.), con el fin de no reducir sus niveles de energía que afectarán su concentración, actividad física y bienestar en general.
• Los padres deben hacer que el niño lleve un estilo de vida que respete las horas de descanso, ejercicios recetados y una nutrición saludable.
• El niño deberá tomar sus medicamentos hasta que el médico lo indique, muchas veces al presentar mejoría o creer que está curado por no presentar síntomas dejan de tomar sus medicamentos o los toman irregularmente.

El asma es una enfermedad crónica que no sigue un patrón fijo de persona a persona, inclusive no se puede predecir su avance clínico como otras enfermedades (inicio, maduración y cura), pudiendo mejorar y cuando se cree que está curado vuelve a comenzar. Lo bueno es que se puede controlar si se siguen los tratamientos correctamente.

Un niño con asma puede llegar a tener una vida normal si es tratada, si el niño toma los medicamentos y cumple con lo dispuesto por el médico puede llegar a tener una actividad física totalmente igual a la de un niño que no presenta la enfermedad.

Es un mito aquello que los asmáticos no pueden hacer deportes, niños asmáticos que llevan su tratamiento pueden realizar actividades deportivas, inclusive el ejercicio aeróbico es necesario para mejorar el funcionamiento de sus vías respiratorias.

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