Cuidado de la boca

El cuidado de la boca no se inicia con la aparición de los dientes como comúnmente se cree, sino que se inicia desde el nacimiento, los bebes no tendrán dientes pero si encías que cuidar previniendo la aparición de infecciones e inculcando desde muy temprana edad el habito de la limpieza bucal.

Cuidar las encías y posteriormente los dientes, no se limita solamente a un beneficio medico sino también psicológico, en general una boca sana tiene dientes sanos y una sonrisa bonita que nos brinda una buena apariencia elevando nuestra autoestima.

El recién nacido se alimenta utilizando su encía superior y encía inferior, conocidos también como rodetes gingivales, que deben ser aseados luego de cada toma de leche utilizando una gasa mojada con agua con el fin de retirar los residuos de leche materna o leche de fórmula.

A partir de los 5 ó 6 meses cuando brotan los primeros dientes, éstos deben ser aseados con la ayuda de un cepillo de cerdas suaves y agua, cepillando los pequeños piquitos de sus primeros dientes, de tal forma que no queden adheridos a ellos restos de leche materna, leche de fórmula y comida. Es común que al erupcionar los dientes el tejido de las encías se inflame y tiendan a sangrar un poco, sobre todo luego del cepillado.

Conforme los niños crecen, su boca lo va haciendo también, tendrá más dientes y con la aparición de los primeros molares será necesario cambiar de cepillo de dientes, uno de cabeza más grande y alargado podrá alcanzar los rincones de los molares y dejarlos sin restos de comida, que para esta etapa estarán comiendo gran variedad de platos y golosinas también.

A los dos años de edad, los niños comienzan a independizarse, queriendo hacer todo solos, vestirse, comer, y hasta lavarse los dientes, por lo que muchas veces debido a su poca experiencia terminan haciéndolo de forma deficiente y trayendo como consecuencia la aparición de caries dentales; por tal motivo, los padres pueden dejar que los niños se aseen la dentadura solos pero con la consigna que inmediatamente después los padres lo hagan para garantizar un buen cepillado.

No es recomendable el uso de pastas dentales hasta que el niño pueda asearse los dientes sin comérsela porque si el bebé o niño ingiere las pastas dentales estará ingiriendo el flúor que contiene, pudiéndole causar fluorosis en los dientes permanentes, que es una enfermedad originada por el exceso de flúor en el organismo.

Existen en el mercado pastas de dientes sin flúor, que podrán usar hasta que aprendan a no comerse la pasta dental mientras se asean los dientes, posteriormente, podrán usar pastas dentales para niños que tienen un bajo contenido de flúor minimizando el riesgo de tener exceso de flúor en el organismo.

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