Durante los primeros meses, bañábamos al bebé en la bañera, resultando muy cómodo porque estas bañeras tienen un pedestal que las mantiene a una altura adecuada para la espalda de la persona que baña al bebé, aún si no tienen pedestal, por su pequeña dimensión, puede colocarla sobre una mesita o en el tablero del lavatorio. Adicionalmente, el bebé no se mueve mucho facilitando la tarea de sostener al bebé de manera fácil y firme a la vez, brindando al bebé una sensación de seguridad. Tarde o temprano esta situación termina, el bebé crece y sus pies chocan con la bañera, también tienen más movimiento y se impulsan con los pies corriendo el riesgo de golpearse la cabeza, chapotean, quieren juguetes para la hora del baño, siendo un claro indicio de que llegó el momento de pasar al bebé a la bañera familiar o al menos a una bañera más grande.
Este es sólo uno de los criterios para determinar la mudanza, otras personas lo hacen desde que el bebé tiene 3 ó 4 meses de edad, otros esperan hasta el año cuando ya pueden pararse, pero un momento promedio seria alrededor de los seis meses, cuando ya pueden sentarse y la bañera les queda chica.
Ahora estaremos en una nueva posición para bañar a nuestro bebé, ya no tenemos el fabuloso pedestal que tantos dolores de espalda nos ahorraron, lo más aconsejable es colocarnos de rodillas colocando un tapete acolchado, o una toalla doblada en cuatro para suavizar el contacto de nuestras rodillas con el piso duro, evitando dolores e inclusive hasta callosidades. Esta posición hará que el peso del bebé esté dirigido más a las piernas que a la espalda.
ALGUNOS CONSEJOS
• A los bebés les gustan las rutinas porque les dan seguridad, por lo que rechazan los cambio, a menos que sean atractivos para ellos, por tal motivo debemos justamente lograr esto, realizar un cambio que sea atractivo párale bebé sin descuidar las medidas de seguridad.
• La primera vez, introdúzcalo en el agua suavemente, tenga en cuenta que el bebé se encontrará con más espacio, más agua y a una altura diferente, lo cual podría asustarlo, en caso sea así, puede ayudar bañarse junto con el bebé o colocar su antigua bañera dentro de la bañera familiar.
• Cuando el bebé chapotee con manos y pies, empuje, intente darse vuelta, etc., déjelo hacerlo pero trate de controlarlo para que lo haga en determinados momentos y no mientras lo está jabonando. Inicialmente el tratará de chapotear en todo momento, háblele suavemente tranquilizándolo y distrayéndolo con un masajito con la esponja, mostrándole un juguete, se trata de crearle una rutina de baño, a esta edad los bebés comienzan a darse cuenta que hay relaciones en lo que sucede a su alrededor por lo que podrá comenzar a educarlo, tampoco espere que aprenda rápido, es un proceso lento, pero llegará a aprender, se trata de trabajar pacientemente desde ahora para que cuando tenga 1 año de edad no nos deje el baño hecho un desastre.
• Los asientos para baño son de gran ayuda, si no puede comprar uno, coloque una toalla en el fondo de la tina para que el bebé se siente sobre ella. NUNCA deje solo a su bebé durante el baño, aunque esté en uno de estos accesorios.
• Cántele o háblele en todo momento, puede ir nombrando las partes de su cuerpo, probar rociar suavemente un poco de agua desde su cabeza mojando su cara pero si el bebé muestra desagrado, debe detenerse hasta un tiempo después que podrá volver a intentarlo.
• Frotar suavemente con la esponja el cuerpo del bebé les resulta relajante, al menos por un momento.
• Incorpore unos cuantos juguetes a la bañera, al igual que en el corralito no se debe llenar de juguetes a los bebés.
• Enséñele cooperar, levantar la pierna, el brazo, tomar la esponja, etc., usted deberá hacerlo con él para que se vaya familiarizando y verá que cuando tenga 1 año, estará cooperando con usted a la hora del baño.
• El asiento de baño y los juguetes, deben ser enjuagados para quitarles el jabón del baño y secados para evitar que se llenen de moho u hongos.
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