Los hábitos de higiene y limpieza deben ser inculcados a los niños desde pequeños, además prevenir el contagio de enfermedades, se les enseña a mantenerse presentables. Al inicio puede ser un arduo trabajo, pero cuando el hábito está establecido no cuesta ningún trabajo seguirlo.
– Lo ideal es comenzar lo más temprano posible, cuando aún no ofrecen resistencia. Si se trata de un bebé, cuando lo lleve a asear vaya relatándole todo lo que está haciendo, esta también es una manera de enseñarle las partes de su cuerpo, los colores, los objetos que utiliza, etc.
– Coloca un banquillo para que el niño pueda subirse en él y asearse las manos, cara, cepillarse los dientes, y sentirse más alto también será divertido.
– Coloca un espejo a la altura de tu hijo para que pueda peinarse.
– Acostumbra a tu hijo a lavarse las manos al regresar de la calle, luego de ir al baño, antes de comer y antes de dormir.
– Acostumbra a tu hijo a cepillarse los dientes y usar el hilo dental luego de las comidas y antes de dormir; evita las entrecomidas. El cepillado de dientes es algo que debes supervisarlo hasta que él pueda hacerlo bien.
– Luego de bañarlo, deja que juegue un momento en el agua.
– Si están en la calle o de paseo, siempre lleva contigo toallitas húmedas o gel desinfectante para que lo usen en caso de no contar con un lavabo.
– Debes estar atenta cuando el niño moja con sudor su ropa y acostumbrarlo a cambiarse.
– Acude al dentista regularmente, de esta manera si aparece alguna carie será detectada tempranamente y será fácil removerla, además también contribuye a reducir el miedo al dentista.
Y recuerda, el ejemplo es la mejor forma de enseñar, todos en casa deben seguir los mismos hábitos de higiene y limpieza.
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