La verdad sobre los antojos durante el embarazo

Con altos y bajos, el embarazo es una de las etapas más fascinantes y hermosas en la vida de una mujer. Existe un enigma sobre una de las más míticas características atribuidas al embarazo: los antojos. ¿Son necesidades reales que provienen del cerebro de las mujeres?, ¿o es que se engríen y cualquier deseo alimenticio lo transforman en un capricho?

Los antojos son más frecuentes en el primer trimestre del embarazo. El cuerpo de la futura mamá empieza a adaptarse -aunque ella no sea consciente- a su nuevo estado y puede que necesite más energía. De esta forma, sentirá más hambre y, tal como a muchas mujeres nos pasa en distintos momentos del ciclo hormonal, los antojos especiales no tardarán en surgir. Es cierto que a más de una le han dado ganas de comer cosas insólitas (tierra, jabón, betún), pero, según los doctores David Elia y Geneviéve Doucet, se trata de un factor psicológico (La mujer y su cuerpo, 1980).

En ocasiones, puede que la gestante sienta rechazo a la idea de que será mamá e involuntariamente, como para sabotearla, se le presenten antojos que la dejarán en evidencia frente a las demás personas. En otros casos, los impulsos que normalmente se reprimen, emergen para que el padre del bebé o quien esté cerca, acuda a atenderla. Un antojo también puede ser pretexto para hacer que los demás giren alrededor de la madre, un desahogo de tensión o una excusa para comunicarse con los demás.

Ten cuenta que las manchas que pueda presentar tu hijo o hija tras nacer no están relacionadas con que hayas cumplido tus antojos o no.

¿Qué hacer? Si depende de ti y está a tu alcance proporcionarle el objeto de deseo a la embarazada, hazlo. Pero si se trata de algo que podría ocasionarle daño, conversa con ella. No es conveniente abusar del azúcar, de la sal, los condimentos, el alcohol o el tabaco, así que, aunque lo pida, será mejor que charlen. El embarazo no es una enfermedad, es solo un estado de cambios fisiológicos, metabólicos y psicológicos.