Recomendaciones para preparar la leche de fórmula

Si se eligiera la lactancia por leche de fórmula o reemplazar algunas tomas de leche materna por leche de fórmula, debe saber que en el mercado existen 3 tipos de fórmula:
• FORMULA PREPARADA y lista para el consumo, sólo basta servir la cantidad que el bebé tomará y calentarla por medio de baño maría o microondas, verificando la temperatura antes de dárselo al bebé. Esta leche es la más cara pero es la que tiene la concentración ideal de leche por venir lista para el consumo.
• FORMULA CONCENTRADA es un concentrado de leche de fórmula al cual se le debe agregar agua para obtener la concentración ideal, se debe tener cuidado al medir la cantidad exacta de fórmula concentrada y agua (fría o caliente), que resulta sencillo porque todos los biberones cuentan con pintas indicando las medidas. Otro factor a tener en cuenta es la temperatura de la leche antes de dársela al bebé. Es más económica que la leche preparada y también tiene la ventaja de exactitud en la concentración de la misma
• FORMULA EN POLVO el concentrado de leche viene deshidratado en forma de polvo el cual se debe medir con una cuchara medidora que se incluye dentro de la lata. Este polvo debe ser disuelto en agua y mezclarse bien para evitar la existencia de grumos, también se debe tener cuidado con la temperatura de la leche antes de dársela al bebé. Esta leche es la más económica y también es ideal para cuando salimos de viaje o tenemos que alimentar al bebé fuera de casa.

Con la leche preparada no existe casi ninguna precaución, salvo la higiene y la verificación de temperatura de la leche luego de calentarla; la fórmula concentrada tampoco ofrece mayor cuidado que la higiene, la medida de fórmula concentrada y agua que resulta sencillo al tratarse de líquidos; y la verificación de la temperatura; en cambio si se eligiera la fórmula en polvo, se deben tener ciertas precauciones para hacerlo correctamente respetando las proporciones de agua/polvo según las medidas recomendadas. Una leche diluida en poca agua puede causar sobrealimentación, estreñimiento, deshidratación; y una leche con mucha agua puede originar engañar al estómago del bebé generando desnutrición.

PREPARANDO EL CONCENTRADO DE LECHE EN POLVO
• Las proporciones recomendadas por los fabricantes se deben tomar como tales, es el pediatra el que indicará la medida exacta, ya que todos los bebés son diferentes y tener el mismo peso y edad no significa que tengan las mismas necesidades nutricionales
• Si el bebé terminara toda su leche, es posible que quiera tomar más, como regla general siempre deben quedar restos de leche para garantizar que el bebé ha quedado satisfecho.
• Lo primero que se debe hacer es tener tanto los biberones, tetinas, roscas, etc., bien lavados y esterilizados de ser necesario, y no olvidarse de nuestras manos.
• Se recomienda utilizar agua mineral embotellada, de no ser posible, utilizar agua potable hervida por espacio de cinco minutos.
• Generalmente a una medida de leche le corresponde 30 mililitros de agua, no se debe preparar una menor medida porque sería inexacta, si deseara aumentar la medida hacerlo en rangos de 30 mililitros por cuchara medidora, así el bebé requiera sólo de una porción menor.
• Las medidas de leche en polvo se deben hacer rasas y sin comprimir
• Se debe llenar el biberón con agua hasta el nivel deseado y luego añadir la leche y no al revés porque se le estará dando al bebé menos agua y además siguiendo este orden se evitará la formación de grumos.
• Se recomienda preparar la leche del día en un solo momento, e ir vaciando al biberón la cantidad necesaria en cada toma, guardando el resto en el refrigerador.
• Puede medir las porciones de polvo concentrado y guardarlas en un recipiente dosificador con compartimentos individuales.
• Puede medir las porciones de polvo concentrado directamente en un biberón y medir el agua en otro biberón, mezclando ambos sin necesidad de usar el recipiente dosificador.
• Otra opción menos práctica es ir midiendo cada cucharada de polvo concentrado e ir agregándolo al biberón con agua, pero con el vapor que sale del biberón humedecerá la cuchara dosificadora donde se pegará el polvo.
• Se debe agitar bien el contenido del biberón para repartir uniformemente la temperatura, siendo la ideal de 36°C correspondiente a la temperatura del cuerpo y por ende a la temperatura a la cual saldría la leche del pecho materno, se puede verificar con un termómetro o vertiendo unas gotas en el dorso de la mano. Algunos bebés aceptan temperaturas diferentes como la de ambiente o más calientes. Para aumentar la temperatura adecuada se puede usar el baño maría, el calienta biberones o el microondas teniendo en cuenta que debe agitar bien la leche antes de dársela al bebé para repartir uniformemente el calor (sobre todo en el microondas). Para disminuir la temperatura se coloca el biberón bajo un chorro de agua fría.
• Al darle el biberón al bebé verifique siempre que la tetina esté siempre llena de leche y no contenga aire para evitar cólicos en el bebé.
• Y al terminar la toma, lavar cuanto antes el biberón para evitar que los restos de leche se peguen en el biberón y la tetina.

CONSERVACION
• No se deben guardar sobras de leche para la siguiente toma, así usemos el refrigerador, cuando el bebé toma la leche siempre deja restos de saliva que descompondrán la leche
• Se pueden preparar todos los biberones del día en un solo momento, pero deben ser conservados en la refrigeradora bien tapados
• El calienta biberones se debe usar cuando el ambiente es frío y haga pausas en la toma ya sea para que el bebé descanse o eructe, con lo que la leche se enfriará rápidamente; también puede colocar el biberón en un recipiente con agua caliente; o en el microondas pero teniendo la precaución de agitar el contenido y verificar la temperatura antes de reiniciar la toma.
• Se debe desechar toda leche preparada que ha estado a temperatura de ambiente por más de una hora, o en el refrigerador por más de 1 día.