Frutos secos en la alimentación de los niños

Las nueces, pasas, higos, almendras, maníes, orejones, semillas de girasol, castañas, etc, son alimentos muy buenos porque, además de ser altamente energéticos (y energía es lo que los niños pequeños necesitan a montones) contienen la mejor combinación, cantidad y calidad de grasas que pueda existir; entre ellas ácidos grasos esenciales, la materia prima con la que se forma el cerebro.

Los frutos secos contienen además vitaminas del complejo B, necesarias para la formación del sistema nervioso del niño, la formación de sus glóbulos rojos y el aprovechamiento de la energía que contienen los alimentos. Contienen también antioxidantes y minerales que lo ayudan a formarse y crecer. Tienen también fibra, que ayuda a prevenir el estreñimiento.

Sin embargo, hay que tener cuidado con los frutos secos: Pueden causar alergias. El más alergénico de todos es el maní, por eso se recomienda no introducirlo en la alimentación de los niños antes de los dos años y medio. Algunos estudios muy nuevos están viendo la posibilidad de reducir el riesgo de alergias al maní cuando es introducido muy temprano en la alimentación, sin embargo esto aún no es seguro.

Además de las alergias, también existe el riesgo de atragantamiento por ser pequeños. Al ser muy ricos además, los niños pueden exagerar su consumo. Un puñado es suficiente para menores de dos años. El exceso podría soltarles la barriguita.

Estos inconvenientes no significan que no se les puede dar de comer frutos secos, significa que los papás o personas mayores tienen que estar muy atentos en el momento que los niños los comen, para ver si encuentran signos de alergias, prevenir atragantamientos o evitar la diarrea.

Un consejo para evitar accidentes es darle al niño los frutos secos aplastados y combinados con un poco de agua o aceite, para convertirlos en una pastita que pueden untar en el pan. Se pueden usar también mezclados con el yogurt o en salsas que acompañen las carnes. Recuerde cocerlos lo menos posible para que conserven su valor nutricional.

Foto: Antárdico LTDA

Tags: frutos secos alimentacion nutricion salud niños